miércoles, 14 de noviembre de 2012

¿cuándo me convertí en docente?

No sé cómo llegué a este momento en que los chicos de entre 12 y 18 años me dicen "profe", no sé cómo lo hice...
Fue quizás, por un simple gusto a la literatura que ingrese a la universidad, fue por ese intento de acercarme a un objeto de deseo lo que provocó que 7 años después me encuentre casi sin saber que hacer frente a un grupo de alumnos que esperan algo de mi, que les enseñe y les transmita esta pasión que siento por el objeto literatura... pero el problema es que no sé cómo hacerlo.

¿cómo formar lectores? ¿cómo hacer que ellos sientan la misma pasión que yo frente a lo literario? ¿cómo transmitir las aventuras de Don Quijote o de Martín Fierro sin que ellos se quejen del cómo está escrito?

Resulta difícil para mi formar lectores.

Pero he descubierto algo... a ellos les gusta que les lea... a veces a través de la lectura se puede transmitir esa pasión... la voz dice tantas cosas cuando comienza a proferir palabras.
Me enorgullece mirar a mis alumnos atentos a la lectura rítmica de una gran obra, me enorgullece que ellos mismos sientan la necesidad de que después de la lectura aún falta algo por decirse; que sientan la necesidad de opinar, de expresar eso... eso sin nombre que les pasó al escuchar el relato.

No sé cómo formar lectores, por el momento sólo creo espacios de lecturas, para abrir libros que luego se guardaran en sus memorias.

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