No es que no quiera enseñar, amo enseñar... pero ¿qué pasa cuando en un grupo de cuarenta alumnos uno de ellos necesita mayor atención?
Realmente un sentimiento de impotencia me invadió y por momento me sentí la peor porquería del mundo, ¿cómo enseñar literatura a un ciego? ¿cómo en un grupo de 40, poder desatender a los demás alumnos para atender al que me necesita más?
No tengo herramienta, no fue preparada para estas situaciones y la escuela no tiene los recursos para pagarle a otra profesora que esté con éste alumno ayudándolo.
No tienen idea de los mal que me siento.
No sé cómo, no sé qué hacer para enseñar literatura y lengua y un alumnos con esas características.
Tendré que informarme, auto-enseñarme...
Realmente un sentimiento de impotencia me invadió y por momento me sentí la peor porquería del mundo, ¿cómo enseñar literatura a un ciego? ¿cómo en un grupo de 40, poder desatender a los demás alumnos para atender al que me necesita más?
No tengo herramienta, no fue preparada para estas situaciones y la escuela no tiene los recursos para pagarle a otra profesora que esté con éste alumno ayudándolo.
No tienen idea de los mal que me siento.
No sé cómo, no sé qué hacer para enseñar literatura y lengua y un alumnos con esas características.
Tendré que informarme, auto-enseñarme...
El sistema educativo ya es discutible tal y como está para la gente que ve... Esperemos que algún día se sepa tratar a los alumnos de un modo más personal y no en rebaño, y así estos problemas que surgen a veces serán menores.
ResponderEliminarCoincido con tu sentencia Jordim.
ResponderEliminarPor cierto, visite tu blog y me gustó mucho, sólo que no pude dejar ningún comentario, no se como hacerlo, la tecnología me superó.