lunes, 18 de abril de 2011

Anecdotario de " profesora particular"


Anécdota de la semana:

Primero empezar por el objetivo.

Termina la clase, entablé una charla con mi alumno a la espera de que vinieran a retirarlo sus padres.
Yendo y viniendo de tema en tema, topamos con el futuro.
A penas con 12 años, él ya sabía el camino que quería recorrer una vez terminado el secundario, su idea era estudiar "diplomacia".
Sorprendida le pregunte los motivos, los cuales fundamento tan coherentemente, que me admire: entre algunos de los que recuerdo estaba la idea de afianzar más su segunda lengua y aspiraba a trabajar en algún país de aquellos que pertenecen al primer mundo.
No dude en ningún momento de que llegará a cumplir con estos objetivos ya que tiene los recursos, los contactos y sobre todo la capacidad.
Mirándolo me quedé un largo rato; vi en él, un chicos de 12 años con tantas aspiraciones, tantos proyectos que sólo pude contestarle:
_Vos te vas del país, a trabajar en una embajada, y yo acá en Argentina como una simple profesora de secundario.
En ese momento nos miramos, no sé como habrá sido mi expresión en ese instante, pero de un momento a otro, ambos nos sonreímos y el sólo me dijo:
_Bueno, pero Argentina también es un lindo país...
(fue una especie de consuelo inocente)

Mi Argentina es bellisima... no lo dudo, y yo elegí este camino.

sábado, 16 de abril de 2011

Es lo que elegí, es lo que me gusta...




Al fin y al cabo soy una heredera.

No sé como llegué a este punto en mi vida.
Desde pequeñita había soñado con ser veterinaria, pero poco a poco mis ideas se fuero desviando del camino inicial para culminar aquí donde me encuentro hoy.
No sé que me espanto más, si la química y las matemáticas como materias esenciales de la carrera de ciencias veterinarias o el simple hecho de tener que operar y saber que la vida de un animalito cualquiera depende de que el bisturí corte bien. Creo sinceramente que fue un poco de las dos, (aunque... nunca fui buena en matemáticas)
Si bien, luego de la obsesión por el cuidado animal sobrevino mi gusto por la radio y la locución, seguí eligiendo otras cosas.
Hubiese querido ser "periodista"; de aquellos que tienen a su cargo casos interesante y controversiales en los cuales la investigación ocupa el eje central; una periodista-investigadora algo así como A. Dupin (personaje de Edgar Allan Poe) o Sherlock Holmes (personaje de Arthur Conan Doyle) -aunque estos no eras periodistas, sino detectives- pese al peligro que eso, por lo menos aquí en Argentina acarrea.
Pero desistí muy pronto de la idea: de diez personas recibidas, sólo había cuatro puestos de trabajo.
Y en este país uno no puede darse el lujo de estudiar simplemente lo que quiere, sino que al elegir uno debe optar por lo que le gusta y lo que conviene.
Así llegué a lo que se convertiría hoy en una pasión: LA LITERATURA.
La misma llegó de la mano de una profesora del secundario, que me adentro en este magnífico mundo del cual ya no pude salir, como diría más tarde una profesora universitaria "me transmitió una pasión".
Si bien en un principio no sabía muy bien que hacer con la literatura, pronto descubrí que terminaría siendo una "Heredera" en termino de Bourdieu.
Quizás inconscientemente o conscientemente elegí hacer el mismo recorrido que mi mamá.
Ser profesora.


miércoles, 13 de abril de 2011

La Aventura de vivir...

¡¡Faltan 10 materias para llegar a la meta!!


Romper el complejo de Edipo:
Como gran y difícil decisión este año opte por alejarme de la casa materna.
Las dificultades de la vida se ven enfatizadas mucho más en este caso; ahora vivo a 100 km de mi centro de estudios, estoy sin trabajo y vivo con mi abuela.
Lo malo no es vivir con mi abuela, ni mucho menos; tampoco veo como algo negativo vivir tan lejos, ya que sólo tengo hora y media de viaje para llegar a la facultad y lo mejor: sólo curso Lunes y Martes.
Lo malo, realmente malo, es no tener trabajo.
Por suerte, la municipalidad de la ciudad en la cual resido actualmente me ha otorgado una "pequeña" beca de estudios, que me sirve para saldar los gastos en fotocopias (por lo menos).
No es mucho, pero uno debe de estar agradecido, toda ayuda siempre es bienvenida.
El último mes he repartido curriculum por todos lados: en bares, escuelas, en la terminal de ómnibus, etc; en casos como este cualquier trabajo viene bien.
Lo malo es que pese a que sé inglés, tengo secundario completo, sé computación, y tantas otras cosas... me falta experiencia laboral, y me doy cuenta hoy, que este factor en mucho más importante que un curriculum lleno de títulos.

continuará...