Los alumnos siempre quieren contar su historia, pero no saben como empezar, ni con quién hablar.
Creo que lo más difícil es cómo empezar.

¡¡¡FELIZ DÍA DEL PROFESOR!!!

Así incentivan la docencia

"Si no les gusta su trabajo, busquen otra cosa...si no hay vocación, pueden irse"

Palabras de "una supervisora" de escuelas al recibir el pedido de un docente al comentarle la situación de temor y los problemas que se viven en las aulas y escuelas de nuestro país: "Nadie nos protege, no hay ley que nos ampare." "todo parece estar en nuestra contra" "Los alumnos tienen el poder, los docentes somos víctimas de los directivos, de los padres y de los alumnos".

Esa "cosa" linda que tiene la docencia...

Luego del mal sabor que me trajo la noticia de que mi reemplazo se terminaba, queda algo que es el extrañar. Extrañar a mis alumnos.
Pero ellos, ¿pensarán en mí?, ¿me extrañaran?... Realmente que un alumno te mande un mensaje por facebook diciendo: "Seño, ¿cómo anda? Se la extraña en el salón" es sin duda la mejor sensación que viví en casi tres años de trabajo.
Yo tengo la mala suerte de encariñarme demasiado rápido con mis alumnos, pronto me aprendo sus nombres, sus historias y cuando todo termina, pronto los extraño... pero saber que ellos también me extrañan, que para algunos no soy LA VIEJA LOCA QUE ENSEÑA LENGUA... es para mi el mejor regalo que pudieran hacerme.

Tanto esfuerzo para nada...

A 4 materias de lograr el título.

Reemplazar por 4 meses a una profesora, que no tiene intensiones de volver a trabajar y en ese periodo encariñarte con los alumnos e ilusionarte con tener al fin unas horas propias tiene mucho sentido, pero puede destruiste si todo sale mal.
La profesora titular se jubila y a uno no lo tienen en cuenta para el puesto de trabajo.
Te quedas sin trabajo, sin alumnos y con una fuerte desilusión en el alma... ¿de qué valió tanto esfuerzo?.
Ya no tiene sentido preparar clases, gastar plata en fotocopias, acercarte a los chicos, porque al fin y al cabo... siempre te dejan a un lado por otro que les cae mejor.

Si eso aún no me destruyó, pues soy indestructible.



(tengo que recibirme)

La frase del día, escuchada en una reunión plenaria, referida a los alumnos y a su poco grado de interes:

"No es que no sean capaces, simplemente no aceptan la propuesta que tenemos para ofrecerles"

¿Será?

Alumna-Profesora, ya no quiero venir más a la escuela, me aburro tanto.

Yo-Pero, es necesario que vengas a la escuela, ella te abrirá las puertas de un mejor futuro, de un mejor trabajo ¿ o querés terminar como cartonera? y no es por menospreciar a un cartonero, pero ningún ser humano debería revisar la basura de los demás

Alumna (levantando la voz y como ofendida)-Mire profesora, mi tía no termino ni el primario y tiene un trabajo mejor que el de usted.

Yo- que afortunada es tú tía.


Después de esta pequeña charla-discusión me cuestiono dos cosas (por ahora), 1) por qué en ese momento no puede formular una respuesta lo suficientemente ingeniosa para defender al sistema educativo y su importancia y 2) ¿por qué mierda elegí ser docente en un contexto tan malo como el actual?... sinceramente ¡qué suerte tiene la tía de esa chica!.

El profesor hippie

Cuando recién comenzaba a tomar reemplazos, sentía que las cosas no eran tan buenas como las imaginaba, y el trabajo se volvía un tanto tediosos, pero había algo que siempre me levantaba el ánimo y era ver esta película de 1969: "El profesor Hippie", es la primera película de una trilogía que tiene como protagonista al profesor Montesano, interpretado por Luis Sandrini, uno de los cómicos argentinos que más admiro.

Creo que mi ideal es ser como él, amigable y respetable, aunque lo amigable siempre puede traer problemas.

Con este corto que prepare para mis lectores, no intento violar los derechos de autor tan cuestionados últimamente  sino difundir una de mis películas preferidas que tienen como tema principal la educación, el qué y cómo enseñar.

Si bien es vieja, y esta atravesada por un contexto duro de la historia argentina, es bueno saber que hay problemas que siempre estuvieron dentro de la institución.

(Perdonen que el corto se me hizo un poco largo, si fuera por mi, lo hubiera hecho más largo aún, la película no tiene desperdicio)

Si les gustó, prometo subir cortos de las otras 2 partes y por supuesto, seguir recomendando películas.

Un mal día de trabajo

Día de 10 horas cátedras de trabajo frente a los alumnos.

 "Sé que no estoy sola en esto, pero cuando estoy frente a ellos, me siento sola."

Cuando todo va mal..

Reflexiones:

-El reloj no avanza, el tiempo complota contra nosotros.
-En algún momento, dentro del caos, se manifiesta un segundo de calma que ayuda a cargar las pilas para seguir adelante.
-Me aterra llegar un día a la conclusión de que la anhelada sociedad se está perdiendo o nunca llegará a ser.
-Poco a poco comienza a agradarme la frase "hay que limpiar la escuela".
-Por momentos desconfío que la docencia sea un trabajo digno.

La frase más inteligente del día: "los docentes no son niñeros" (la Directora)

Lo bueno...

Observaciones:

-Dentro del aula hay chicos que sueñan con "ser" cantante, locutores... y van a pelear por alcanzar su sueño.
-Ver la cara de los enamorados. El chico galán del aula, la niña que lo ama en silencio y a veces como por casualidad entabla una conversación tímida, que anhela sea eterna:

-¿qué día es hoy? (él)

-Martes, hoy es martes...mañana es miércoles jaja (ella)

(vano intento de que el diálogo sea eterno)

Preguntas:

-¿Por qué elegí ser docente?

-¿Cómo enseñar al que no quiere aprender?

-¿cómo intervenir para que los alumnos se integren, para que ellos mismo no se excluyan?

-¿Cómo evitar levantar la voz para explicar un tema?

-¿Cómo llegar con voz después de 10 horas de clase?...

Reflexión final:

Dar clases al que quiere aprender.. no me gusta del todo, pero a veces siento que no queda otra.

Enseñar literatura a un ciego

No es que no quiera enseñar, amo enseñar... pero ¿qué pasa cuando en un grupo de cuarenta alumnos uno de ellos necesita mayor atención?
Realmente un sentimiento de impotencia me invadió y por momento me sentí la peor porquería del mundo, ¿cómo enseñar literatura a un ciego? ¿cómo en un grupo de 40, poder desatender a los demás alumnos para atender al que me necesita más?
No tengo herramienta, no fue preparada para estas situaciones y la escuela no tiene los recursos para pagarle a otra profesora que esté con éste alumno ayudándolo.

No tienen idea de los mal que me siento.

No sé cómo, no sé qué hacer para enseñar literatura y lengua y un alumnos con esas características.

Tendré que informarme, auto-enseñarme...

El monstruo no me comió

Hoy tuve la primer clase de consulta de "Literatura Hispanoamericana", a decir verdad, fue mejor de lo que esperaba.
Fui por un simple y único motivo... para decir "Hola, soy Jime, y estoy preparando la materia".
La idea es que la profesora me vaya conociendo.
M i error fue ir sin alguna que otra consulta o duda particular, es que la verdad... NO LAS TENGO (si bien recién estoy empezando con las lecturas).
Mi problema es la materia en si, le tengo terror, no comprendo su mecanismo, su teoría de base. Es una materia que se diferencia de todas las demás de la carrera, y es mentira que es igual a las otras literatura, sino, no me costaría tanto... ¡con lo que me gusta la literatura!.
Pero bueno, ya me fije la meta, ¡VAMOS POR LITERATURA HISPANOAMERICANA! tengo que sacarla.

Compromiso asumido.

Faltan 4 pasitos

A 4 pasos del título, siento que la meta se hace cada vez más lejana... me cuesta llegar a mi objetivo.
Ahora vamos por el "monstruo", por la grosa, ahora vamos por literatura hispanoamericana.

Yo soy...

Tengo un nombre, soy una persona única e irrepetible, me gusta que me hagan sentir que existo y no solamente que soy uno más que conforma un grupo.
El alumno exige que el docente sepa su nombre, que lo llame por este. Si el docente sabe su nombre, la significación para el alumno es grande, ya que no se siente insignificante, toda significación, toda existencia comienza con su nombre.
Si el docente se niega a aprender el nombre de sus alumnos, los niega como personas, como seres que tienen voz para decir, expresar. opinar, hablar.
Por experiencia sé que los docentes que se niegan a aprender el nombre de sus alumnos, son menos aceptados, menos escuchados y no representan una autoridad para éstos.
Los alumnos no son números, tienen una personalidad, sentimientos y opiniones.

El tímido sufre

Lo sufro en carne propia, por eso entiendo esa situación.
Miles de veces, ante la pregunta del docente (siendo alumna) quise levantar la mano para obtener el turno que me permita opinar y dar a conocer lo que sé sobre un tema específico, pero nunca, nunca tuve el valor de hacerlo, la timidez y el miedo al ridículo siempre fueron más fuertes.
Sé que entre mis alumnos hay muchos que se muerden la lengua para no hablar, que quieren, desean opinar o dar la lección del día, pero no pueden.
Ellos son los que debajo del escritorio me pasan la hoja con la tarea hecha, los que a escondida se hacen presente, a ellos mis respetos, porque yo soy como ellos.